Tras el deceso de infantes durante la Primera Guerra Mundial, los gobiernos implementaron medidas para su protección. El 26 de septiembre de 1924, la Liga de las Naciones ratificó la Declaración de Ginebra sobre los Derechos de los Niños. Posteriormente, el 1 de junio de 1925, durante la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños se declaró el Día Internacional del Niño.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) instauró, oficialmente, el 20 de noviembre de 1959 como el Día Universal del Niño; no obstante, el decreto oficial sobre la protección de los derechos de la infancia se estableció hasta 1989.
Debido a que en México se celebra el aniversario de la Revolución Mexicana durante el día que se había establecido como oficial para conmemorar el Día del Niño, el expresidente Álvaro Obregón decidió ratificar la fecha e instauró que a partir de 1924, el 30 de abril se celebraría a los niños.
Además de las fiestas y celebraciones del Día del Niño, esta fecha también sirve para reconocer que todos los menores tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar en donde vivan. De hecho, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) es la principal organización encargada de velar por los derechos de los niños a nivel internacional.